La unidad de Ciencia del Dato, Big Data e Inteligencia Artificial estudiará los tipos de cáncer en nuestra comunidad
El atlas de mortalidad por cáncer, recientemente publicado, hace referencia a un mayor riesgo en La Rioja para el cáncer de páncreas, laringe y vejiga, y destaca el bajo riesgo para el cáncer colorectal.
La reciente publicación del atlas de mortalidad por cáncer de la Península Ibérica, resultado del proyecto AMOCAPE, constituye una herramienta útil para la toma de decisiones y la planificación en salud pública. En este atlas los investigadores señalan que en nuestra Comunidad se observa un mayor riesgo para el cáncer páncreas, de laringe y de vejiga. Así mismo, en una pequeña parte la comunidad existe un mayor riesgo para el cáncer de estómago. Por el contrario, La Rioja es una de las zonas con un menor riesgo de cáncer colorectal.
Por este motivo desde Fundación Rioja Salud, la Unidad de Ciencia del Dato, Big Data e Inteligencia Artificial llevará a cabo un análisis de los principales tipos de cáncer en los que se analizarán los patrones geográficos de nuestra Comunidad asociados, entre otros, a posibles factores medioambientales. Un análisis tremendamente valioso para seguir recabando información de esta enfermedad y poder luchar contra ella desde la prevención; una de las principales vías de éxito.
La incidencia, y la mortalidad por cáncer está aumentando rápidamente en todo el mundo, en parte, debido al mayor envejecimiento de la población. Según estimaciones del Observatorio Global del Cáncer, en 2020 se produjeron unos 18 millones de casos nuevos de cáncer (excluyendo los tumores de piel que no son melanomas) y unos 9,9 millones de muertes por esta enfermedad (excluyendo los tumores de piel que no son melanomas).
En los países de la Unión Europea se estima que en el año 2020 se diagnosticaron casi 2,7 millones de nuevos casos, con una mortalidad de 1,25 millones de pacientes. En España, el cáncer continúa siendo una de las enfermedades con mayor relevancia en salud pública ya que representa la segunda causa de muerte después de las enfermedades del aparato circulatorio. Por estos motivos, se hace imprescindible abordar tanto el tratamiento del cáncer como su prevención.